Pacto de lobos

Fidencio Treviño Maldonado.

Ahora son los gober- nadores. Su fraternidad y cofradía llamada CONAGO es la que propone llevar a cabo el septuagésimo octavo pacto en este país tan lleno de comisiones, consultas, partidos políticos y reformas. Es el Pacto número 78 o 76 o el número que usted quiera ponerle el que ahora se sacan de la chistera -como los magos- los gobernadores y hacer un Pacto de no corrupción. Cesar Camacho, jefe del PRI, Ricardo Anaya del PAN y Carlos Navarrete del PRD, a ésto se agregan los paleros y delfines del Sistema: el partido Nueva Alianza, los niños verdes, y recuas que les acompañan y proponen este nuevo pacto.

En su junta semestral (celebrada el 3 de noviembre 2014), o cada vez que se les pega la gana la hacen, se corrió el rumor de que los gobernadores se citaron con el fin de y para respaldar al Presidente Peña Nieto, ¿De qué y por qué lo respaldan?, y como Peña Nieto no se prestó a esa jugarreta pues “a lo que te truje chencha”, y se fueron a la yugular. Para lo único que han sido buenos estos gobernadores, es para desayudar, para ponerle tachuelas a su sillón y para meterlo en broncas, y también para pedir dinero, cosa que César Duarte, gobernador de Chihuahua, habló de que para combatir la corrupción se necesita mucho dinero y desde luego todos dijeron que si, que los gobiernos necesitan lana, mucha lana para combatir la corrupción, el crimen organizado, y que sólo así se puede aplicar el Estado de Derecho, muy maltrecho.

Pobres gentes -los gobernadores- por su anacefalia y falta de cerebro, que ven la tempestad y no se hincan, o acaso que no ven lo jodido del pueblo, o que alguien por ahí les diga como la violencia a desterrado a miles de habitantes de algunas poblaciones, por citar algunos Estado: Tamaulipas, Veracruz, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Estado de México, y ni qué decir de Guerrero y Michoacán. Amén de los desaparecidos y secuestrados, sin dejar fuera los asaltos en carreteras, en bancos, sin contar los funcionarios corruptos que a cada segundo rapiñan dinero, que para los jueces y ejecutores o impartidores de la justicia son considerados delitos menores.

El país no está para pendejadas como otro pacto por México, o como Mover a México, o pacto por el país, por la república, o por cualquier otra gilipollada que a nuestra Casta Divina se le antoje: otra reforma, otra consulta o otro nuevo pacto y que rápido se formen comisiones, en vez de ayudar a sacar el buey de la ciénega, estos delfines andan haciendo Pactos. Y ante este caos la “Gloriosa” Cámara de Diputados escucha el dictamen de la “Comisión Especial de Diputados federales”, es decir, además de jodernos a los mexicanos con sus leyes en contra del pueblo, se erigen como jueces, investigadores o perros de presa, y determinan con su vocero Guillermo Anaya que: con los 43 estudiantes si existió desaparición forzada... (Que bárbaros sólo falta que alguien los promueva para algún premio Nobel de Investigación).

Pactos fueron los que muchos funcionarios y ex funcionarios hicieron con las mafias, con los prestanombres, con los concesiones que vendieron, esos son pactos de lobos, de hienas. La mayoría del pueblo repudia a los políticos y más en estos momentos en que no atajan la pelota en ningún rublo. La harina y masa ya se les hizo engrudo, y muchas manos de estos personajes están bien embarradas. Otra más: Se da cuenta el pueblo que estos mandamás, reyecitos en sus feudos no entienden o se hacen que nadan de muertitos, porque la lumbre ya llegá a la milpa, y los bueyes están atorados.

Estos personajes no llenan de gastar dinero, aunque el pueblo se muera de hambre, no entienden que así no se gobierna, que así no funciona la democracia (aunque en este país nunca ha existido) . La corrupción (por si estos personajes, Gobernadores, Diputados y Senadores no lo saben) no necesita de pactos, reformas, comisiones. La corrupción se persigue por oficio, la Constitución respalda estos castigos, -ésto claro- en donde no existe corrupción. ¡No te acabes México!

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